El Indígena boliviano, Carmelo Flores Laura,
de 123 años, fue identificado como el hombre más viejo del mundo en 2013.
Dedicado a la vida en el campo, rodeado de naturaleza salvaje, ajeno al resto
del mundo, a más de 4000 metros de altura.
Según datos oficiales Carmelo Flores
nació el 16 de Julio de 1890 en Fresquia, en la provincia Omasuyos, donde
reside en la actualidad. Agricultor de profesión, se casó con Micaela, una
mujer con la que tuvo tres hijos, de los cuales solo uno permanece con vida,
Cecilio de 67 años, y la cual murió a la
edad de 107 años. Carmelo Flores es abuelo de más de 16 nietos y bisabuelo de
39 bisnietos.
Nadie sabe cuál es el secreto de llegar a la increíble
edad de 123 años, con buena salud, y con tan solo algunos problemas de audición,
¿quizás una genética privilegiada? Carmelo asegura que el secreto de su longevidad
es el consumo de cebada, quina (un alimento andino rico en proteínas)
y hojas de coca.
“Así ando, solito, con los
animales por el cerro. Antes no había fideos, ni arroz, pero ahora me traen del
pueblo. Cultivaba papa y habas. Ahora tengo de todo para comer", le contó
Carmelo a una conocida revista. “Cuando me alimentaba con ovejas, las cocinaba
sólo con grasa de cordero. Antes comía carne de zorrino preparada como
chicarrón al menos dos veces por año, para no enfermarme. Pero ahora desaparecieron.
Hasta lagarto o víboras comía”, una dieta muy variada y toda una vida comiendo
productos naturales que el mismo sembraba, hacen que este hombre que a vivido tres siglos tenga una
salud digna de admirar.
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