Recientes estudios demuestran que
las lágrimas producidas por emoción son químicamente distintas de las lagrimas
creadas para mantener el ojo humectado y limpio; estas últimas se producen de
una forma automática y mecánica con la función de lubricar el globo ocular,
algo indispensable para la protección de la Cornea.
Un estudio endocrinológico llevado
a cabo en Israel demuestra que aquellas lágrimas que brotan por el llanto, la
risa u otras razones, contienen una gran cantidad de adrenalina, una hormona
relacionada con la excitación nerviosa. Es por ello que dicen que conviene
llorar periódicamente ya que es un ejercicio saludable para nuestro organismo y
una forma de que nuestro cuerpo experimente una sensación de bienestar y mucha
menos tensión nerviosa.
La glándula lagrimal
es el principal secretor de la lágrima. Las lágrimas son un líquido producido
por el proceso corporal de la lagrimación para limpiar y lubricar el ojo. Intervienen
fundamentalmente en la óptica ocular y en el normal funcionamiento del globo
ocular y de sus estructuras.
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