¿Por qué dos persona que siguen la misma dieta o forma de alimentarse una engorda y la otra no? Es una pregunta que alguna vez todos nosotros nos hemos hecho.
Según estudios demostrados de Tamas Horvath y su equipo en experimentos con ratones, la causa de que una misma dieta no tenga los mismos efectos en el peso de diferentes sujetos reside en los centros de alimentación de una región del cerebro denominada hipotálamo.
Así, en los individuos propensos a la obesidad, las señales neuronales que indican al cerebro que se ha comido suficiente y que ha llegado el momento de quemar calorías es mucho más lento, ya que resulta inhibida por otras células.
En los animales resistentes a la obesidad, por el contrario, las neuronas de la
saciedad son muchos más activas y actúan más rápido. "Parece que el
cableado del cerebro es determinante en la vulnerabilidad para desarrollar
obesidad", explica Horvath en el último número de la revista Proceedings
of the National Academy (PNAS).